Educar en emociones. ¿Cómo acompañar las emociones en la infancia?

por Feb 23, 2020Acompañamiento respetuoso, Educación emocional, Infancia, Psicología

Lo prometido es deuda, ya que en el anterior post os prometí escribir sobre está parte tan importante de la Educación Emocional: Educar en Emociones: ¿cómo acompañar las emociones en la infancia?.

Si os parece bien, vamos a comenzar explicando, ¿qué es la autorregulación?. Este concepto nos lleva a entender que nuestro organismo busca estar en equilibrio. Cuando sentimos emociones que evaluamos como desagradables, por ejemplo, el miedo, la rabia o la tristeza. Cuando sentimos estas emociones nuestro cuerpo busca aurtorregularse para volver a sentir un equilibrio orgánico corporal.

Bien, si en nuestra infancia sentimos estas emociones y no nos ayudan a gestionarlas de una manera adecuada y sana podemos conectar con frustración, inseguridad, incomprensión, etc… porque nuestro organismo busca autorregularse y no sabemos cómo hacerlo… Por eso, nuestra función como adultos es educar en emociones y acompañar a los más pequeños, para enseñarles técnicas y herramientas de gestión emocional y así, puedan integrarlas y conseguir después, autorregularse.

Educar en emociones. ¿Cómo acompañar las emociones en la infancia?

«La autorregulación nos ayuda a volver al estado de equilibrio que necesita nuestra cuerpo».

¿Por qué es importante la autorregulación?

La emoción es energía en movimiento que aparece en nuestro organismo, y hace reaccionar a nuestro cuerpo provocando diferentes sensaciones por los cambios fisiológicos que se producen. Una vez que aparece la emoción tenemos dos opciones: permitir que esta energía se exprese o bloquearla.

Es importante saber que las emociones son atemporales, es decir, que la energía emocional se queda en la memoria corporal y no porque pase el tiempo va a desaparecer. Por eso, probablemente todas y todos hayamos vivido alguna vez la experiencia de una explosión de ira, y no entendimos muy bien porque de repente nos sentíamos tan enfadados, si la situación presente «no era para tanto». Esta es una de las razones principales de la importancia que tiene expresar las emociones en el momento adecuado.

«La emoción es el motor del corazón, de la respiración y de la temperatura que tiene nuestro cuerpo».

Educar en emociones. ¿Qué emociones necesitan más autorregulación?

En este post nos vamos a centrar en tres emociones básicas que pueden parecernos desagradables cuando las sentimos. Estas son: el miedo, la tristeza y la rabia. Lo primero es entender que las emociones son naturales, adaptativas y que están secuenciadas en nuestro genoma. Por ello, lo normal y natural es sentirlas en ciertas situaciones. Es sano sentirlas, identificarlas y los más importante, poder expresarlas.

Las emociones nombradas: el miedo, la tristeza y la rabia necesitan más autorregulación porque normalmente son las que más nos incomodan sentir y por consecuencia, el cuerpo busca el equilibrio frente al malestar.

Recordar que hay tres límites básicos que tenemos que respetar cuando expresamos emociones:

  • Cuidarnos a nosotros mismos.
  • Cuidar a los demás.
  • Cuidar los objetos y los espacios.

Respetar estos límites nos va a proporcionar seguridad, confianza y responsabilidad para desarrollar una adecuada gestión emocional.

A continuación, iremos describiendo estas tres emociones:

  • Miedo

El miedo es la emoción natural que sentimos ante un peligro ya sea real o imaginario. El miedo aparece para cumplir la función de supervivencia. Ante el miedo, nuestro cuerpo está programado para generar tres respuestas: huida, paralización y ataque.

Las reacciones fisiológicas de nuestro cuerpo que lleva a cabo el sistema nervioso simpático son las siguientes:

Las pupilas de los ojos se dilatan y el líquido lacrimal disminuye lo que permite aumentar nuestra percepción visual.

Aumenta nuestra frecuencia cardíaca y la presión sanguínea. Esto nos permite que nuestro cuerpo pueda generar mayor velocidad en el reparto de oxígeno entre los músculos. Esto nos puede producir sensaciones de taquicardia, hormigueos en las extremidades o bien, un zumbido en los oídos.

Se acelera nuestra respiración pulmonar considerablemente con el fin de aumentar el intercambio entre dióxido de carbono y oxígeno; esta acción puede llevarnos a la sensación de opresión en el pecho.

La musculatura se contrae en un intento de prepararse para la huida, al mismo tiempo puede provocar la sensación de temblores y calambres en nuestro cuerpo.

El sistema inmunitario decae con el propósito de preservar la energía, por ello, podemos vernos más expuestos a infecciones.

Todas estas sensaciones corporales constituyen la emoción de miedo. No suelen ser agradables, pero si necesarias y adaptativas. Por ello, es importante saber expresarlas para que el cuerpo consiga establecer el equilibrio de nuevo.

  • Tristeza

La tristeza es la emoción natural que sentimos ante una pérdida, ya sea de una persona, de un objeto, de un trabajo… Cuando perdemos algo con lo que estábamos vinculados.

La función de la tristeza es economizar recursos de energía de nuestro organismo, autoprotegernos y buscar apoyo social-afectivo.

Cuando sentimos tristeza nuestro cuerpo reacciona de la siguiente manera:

El tono muscular se debilita mostrándose sin resistencia.

– El corazón late con una frecuencia algo mayor, pero se reduce el volumen de sangre bombeado.

Aumenta el nivel de conductancia de la piel.

– El ritmo respiratorio no cambia pero si se eleva la amplitud respiratoria para proporcionarnos la sensación de coger más aire.

Todas estas sensaciones corporales constituyen la emoción de la tristeza. Es importante tenerlas en cuenta para poder acompañar emocionalmente a la persona que lo necesita.

  • Rabia

La rabia es la emoción natural que sentimos ante una injusticia o bien ante una situación de agresión o frustración. Esta emoción es la que recibe más nombres: ira, cólera, rabieta, enfado, cabreo, enojo, etc. pero todas y todos, independientemente de como la nombremos, nos referimos siempre a la misma emoción.

La función adaptativa que tiene la rabia es protegernos cuando nos atacan ya que asegura nuestra supervivencia. También, tiene la función de defender a otros que están siendo maltratados o están viviendo una justicia.

Los cambios fisiológicos que aparecen en nuestro cuerpo cuando sentimos rabia son los siguientes:

Incrementa el tono muscular general y aparece un mayor nivel de tensión en determinados grupos musculares como los músculos del antebrazo y de la mano. El cuerpo se prepara para podernos defender.

– El ritmo respiratorio se torna más agitado y frecuente.

El corazón late con mayor frecuencia y se contrae con más fuerza en cada latido.

Segregamos una mayor cantidad de adrenalina al torrente sanguíneo. Esta hormona actúa sobre diversos sistemas corporales, mediatizando, por ejemplo, la aceleración de la frecuencia cardíaca y el aumento de la fuerza muscular participando así, de la reacción de lucha del sistema nervioso simpático. Esta es la explicación de un aumento en la coloración de la cara cuando sentimos la emoción de rabia.

Estos son los cambios corporales que tiene nuestro cuerpo cuando sentimos rabia. Si tenemos en cuenta estos cambios podemos detectar en el otro y en nosotros mismos esta emoción. Desarrollando un mayor autoconocimiento corporal y emocional.

Recursos para Educar en emociones. ¿Cómo acompañamos la expresión de estas emociones?

Existen una gran variedad de recursos, herramientas y técnicas para educar en emociones. Para acompañarles en su sentir y facilitar su expresión emocional de una forma sana y adecuada.

Siento y pienso, que lo más importante es validar las emociones. Reconocer la emoción que está sintiendo, y nombrarla, es el primer paso. «Te siento triste, ¿es así?». En la validación emocional estamos acompañándoles a identificar sus emociones y a su vez, añadiendo el gran valor de reconocer su sentir. Y lo más importante, le estamos proporcionando el permiso para sentir.

A continuación, nombraré recursos para educar en emociones y así, poder acompañar la expresión de las emociones que hemos descrito anteriormente: el miedo, la tristeza y la rabia.

Miedo

«Haz con miedo lo que no te atreverías hacer por miedo»

¿Cómo podemos acompañarles cuando tengan miedo?, podemos utilizar diferentes recursos para expresar su miedo.

  • Podemos acompañarles y proponerles que dibujen su miedo. Representar nuestro miedo fuera de nosotros es una manera de expresarlo muy sanadora. Realmente sacar el miedo de nuestro cuerpo crea una sensación de alivio y calma. Después podemos dejarle elegir, ¿qué quieres hacer con el? y así, puede elegir que quiere hacer con su miedo… podemos guardarlo, romperlo, tirarlo, doblarlo, etc. dejamos que elijan que necesitan hacer con su miedo.
  • Podemos hacer una representación teatral con muñecos. Acompañarle para que elija tres muñecos: uno que represente su miedo, a él mismo y a nosotros como figura de protección y seguridad. A través de la representación y del juego creativo puede ir expresando su miedo a través de los muñecos.
  • El recurso más importante es un abrazo protector. Cuando sentimos miedo, nos sentimos desprotegidos y por ello, nos sentimos seguros a través del abrazo y del contacto humano. Es la herramienta más tranquilizadora.

Tristeza

«Existen tantas noches como días, y cada una dura lo mismo que el día que viene después. Hasta la vida más feliz no se puede medir sin unos momentos de oscuridad, y la palabra feliz perdería todo sentido si no estuviese equilibrado por la tristeza.»

Carl Jung

¿Qué puedo hacer cuando mi hijo sienta tristeza?

  • La tristeza al igual que el miedo podemos dibujarla. Muchas veces, mientras la expresamos a través del llanto, podemos a su vez, dibujarla. Después podemos dejarle elegir que quiere hacer con ella… es muy importante que elijan y conecten con su necesidad de expresión.
  • Valorar la tristeza. Este recurso es muy importante. Debemos valorar siempre su emoción de tristeza, aunque la causa sea muy simple y nosotros no le encontremos «motivo de porqué estar tristes».
  • Acompañar la tristeza en presencia y silencio. La tristeza es una emoción que se expresa principalmente a través del llanto. Muchas veces, lo único que necesitamos cuando la sentimos, es alguien a nuestro lado que simplemente este ahí… acompañándonos en presencia y silencio. El abrazo y el contacto siempre son elementos muy valiosos para acompañar la expresión emocional.

Rabia

«Expresa tu rabia, o te hará más daño que aquello que lo causó»

¿Tu hija se enfada, se descontrola y no sabes como manejar su enfado?

  • Un recurso para expresar la rabia es el ejercicio físico. Podemos saltar, correr, bailar, patalear… todo lo que se nos ocurra para que el cuerpo pueda liberar esa intensa energía emocional de rabia.
  • Podemos utilizar papel de burbujas. Este recursos suele ser muy bien recibido por las niñas y niños, Consiste en romper las burbujas para descargar y expresar su rabia.
  • Muchas veces, al sentir rabia tenemos la necesidad de gritar. Podemos cantar cualquier canción que tenga un tono alto. Es importante no dañarnos la garganta al hacerlo para no incumplir uno de los límites de la expresión emocional; cuidarnos a nosotros mismos.
  • Podemos utilizar cualquier masa para poder aplastar con las manos. En la emoción de rabia aparece mucha energía en las manos ya que aumenta el nivel de tensión muscular en esta zona del cuerpo, como hemos visto antes. Por ello, es importante amasar y mover las manos para una adecuada expresión emocional de la rabia.

La importancia de educar en emociones es vital para su desarrollo psicoemocional.

Espero haber podido acompañaros en este pequeño aprendizaje sobre diferentes recursos para poder acompañar las emociones en la infancia.

Por último, os invito a leer este artículo de dos compañeras y grandes profesionales, Sonia Cantos y Montse Amo, Psicólogas y Psicoterapeutas Humanistas. Este artículo explica la importancia de la atención emocional a la infancia en momentos difíciles con diferentes herramientas muy útiles para poder acompañarles emocionalmente. Si queréis ver más artículos y visitarles os dejo su pagina web https://aguapsicologia.es/

Aliendu – Psicología: Acompañamiento a las familias en la infancia.

Psicóloga y Educadora Infantil, Gema Ortiz