¿Qué es un conflicto?

Creo que estamos de acuerdo, en que un conflicto es un desacuerdo entre personas que luchan por lo que quieren. Es un proceso complejo, cambiante y dinámico porque está construido por diferentes partes: persona, proceso y problema.

El conflicto surge cuando siento que me están limitando mis necesidades y no estoy siendo escuchado. Muchas veces, nos cuesta ver que en un mismo conflicto podemos validar las necesidades de la otra persona sin perder de vista mis propias necesidades.

Por ello, un conflicto es también la oportunidad de aprender a buscar el equilibrio entre las necesidades de la otra persona y las mías.

¿Cuáles son los diferentes tipos y causas de los conflictos?

Si pensamos en los conflictos que hemos tenido a lo largo de nuestra vida, probablemente identifiquemos diferentes causas y tipos de conflictos. Es así, porque existen varias causas por las que se genera un conflicto. 

Por ejemplo, muchas veces si nuestro hijo o hija hace un comportamiento repetitivo que no nos gusta, puede generarnos un conflicto porque nos hace conectar con la emoción de rabia. Y si nuestra emoción aumenta puede que la de nuestro hijo o hija también, y el conflicto se haga mayor llegando así, a luchas de poder.

Por lo que, existen muchas causas y tipos de conflictos diferentes al igual que las emociones que están implicadas en los conflictos, ya que podemos sentir rabia, miedo, frustración, decepción, etc.

Podemos diferenciar dos tipos de conflictos: los conflictos interpersonales, es decir, los conflictos que se dan entre dos o más personas y los conflictos intrapersonales o denominado también como conflicto interno, que se dan en nosotros y nosotras mismas, como, por ejemplo, cuando siento la necesidad de decirle a alguien algo que no me gustó pero siento miedo de comunicárselo.

¿Cómo es el ciclo del conflicto?

Cuando vivenciamos un conflicto nuestra experiencia pasa por cuatro fases diferentes.

Lo primero que hacemos cuando entramos en un conflicto es conectar con nuestras creencias y actitudes. Si reflexionamos, nos damos cuenta de que estos pensamientos y conductas se repiten cada vez que tengo un conflicto. Esto se produce porque son modelos que adquirimos en nuestra infancia de nuestros padres, madres, profesores y otras personas referentes en nuestra vida. 

En la segunda fase debemos saber que los conflictos forman parte de las relaciones sociales y se producen en todos sus contextos y etapas evolutivas. 

En la tercera fase es cuando generamos una respuesta ante el conflicto. Por ejemplo, podemos responder perdiendo los nervios, o podemos intentar hablar, o callarnos y abandonar la situación conflictiva. El origen de nuestra respuesta se basa en nuestras creencias y actitudes. 

En la última fase, la respuesta que hemos expresado en el conflicto nos va a llevar a un resultado. Ahora podemos preguntarnos, ¿todos nuestros conflictos acaban siempre igual? 

Si siempre repetimos la misma respuesta en los diferentes conflictos, puede que sea una oportunidad para reflexionar sobre esta información y poder generar el cambio que deseamos. 

¿Cuáles son los diferentes estilos para afrontar un conflicto?

Existen diferentes estilos para afrontar un conflicto. Es cierto, que todas las personas tendemos a tener un estilo predominante para afrontar un conflicto, aunque a medida que se va desarrollando el conflicto podemos ir cambiando de estilo. 

También, el estilo que escogemos puede depender del contexto o de la persona con la que tengamos el conflicto. Por ejemplo, normalmente no vamos a tener el mismo estilo de resolución de conflicto en el trabajo con mi jefa que en casa con mi hijo o hija. Por eso, podemos identificarnos con diferentes estilos. 

Normalmente, interpretamos los conflictos como un asunto de “perder o ganar”. Sintiendo y creyendo que nosotros/as estamos en lo cierto y la otra persona está equivocada. 

Muchas veces, dependiendo del estilo de resolución que adoptemos, sentiremos que ganamos las dos partes, o que gana la otra persona, o bien, que perdemos ambos. Cada estilo de resolución de conflictos nos lleva a una mayor o menor cooperación y asertividad.

Por ello, es importante darse cuenta de qué estilo elijo para resolver los conflictos con mis hijos e hijas. Y así, conocer qué otros estilos existen con mayor asertividad y cooperación para que puedan acompañarme mejor en la resolución de los conflictos con mis hijos e hijas. 

Vamos a identificar con ejemplos los diferentes estilos de resolución de conflictos

  • Cuando en un conflicto alguien piensa: “Me muestro firme en mis creencias y decisiones. Me importa mucho el resultado que quiero conseguir y voy a por ello. ¿Te sientes identificado con este estilo?

Este sería el estilo competitivo es cuando quiero conseguir mis objetivos. Lo que me importa es conseguir lo que yo quiero.

  • Cuando alguien piensa en un conflicto: “Realmente no me gustan nada los conflictos, si me veo implicado en uno, intento evitarlo o posponerlo”. ¿Te sientes identificado con este estilo?

Nos referimos al estilo evitativo y es cuando negamos el problema y no queremos verlo para evitar el conflicto. También, utilizamos este estilo cuando evaluamos que los objetivos que queremos conseguir no merecen tanto la pena. 

  • Cuando alguien piensa en un conflicto: “Muchas veces, cedo a la otra persona lo que quiere para que ella esté bien. No me importa si yo no consigo lo que necesito.  ¿Te sientes identificado con este estilo?

El estilo de acomodación o cesión es cuando valoramos más la relación que el objetivo que queremos conseguir. Elegimos que la otra persona sea feliz y consiga lo que quiera y así, reforzamos la relación. Esta es otra manera muy común de evitar el conflicto ya que es más fácil estar de acuerdo que no estarlo.

  • Cuando alguien piensa en un conflicto: “Cuando tengo un conflicto me gusta negociar con la otra persona para poder llegar a un acuerdo entre ambos”. ¿Te sientes identificado con este estilo?

El estilo de compromiso es cuando tenemos en cuenta nuestras necesidades y las de la otra persona. Aquí, el conflicto se percibe como el esfuerzo de llegar juntos a un compromiso para que podamos llegar a un acuerdo.

  • Cuando alguien piensa en un conflicto: “En los conflictos me gusta que ambas partes nos tomemos un tiempo para reflexionar sobre ¿qué podemos hacer para solucionarlo? y que la solución que tomemos pueda satisfacer las necesidades de ambas partes” ¿Te sientes identificado con este estilo?

El estilo de colaboración es cuando tenemos en cuenta los resultados y la relación durante el conflicto. Intentamos que cada parte consiga el mejor resultado posible fortaleciendo así la relación.

Programa de radio: Resolución de conflictos

Espero y deseo que os pueda servir este artículo sobre la introducción y reflexión que hemos hecho sobre los conflictos y sus diferentes estilos de resolución.

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Gema Ortiz, Psicóloga – Psicoterapeuta Humanista y Educadora Infantil. Especializada en Pedagogías Activas y Educación Emocional. Educadora de Familias Certificada en Disciplina Positiva.

Psicóloga Gijón. Psicóloga a domicilio en Asturias. Psicología online.

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